Foto de archivo del 17 de mayo de 2019 de una sala de exámenes y procedimientos de Women's Health Organization en Jackson, Mississippi. (AP Foto/Rogelio V. Solis)

El gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comenzó este miércoles a revertir una serie de prohibiciones de la administración de Donald Trump sobre el aborto, entre ellas una directriz que sacó a Planned Parenthood del programa federal de planificación familiar y creó nuevas complicaciones para las mujeres interesadas en abortar.

Planned Parenthood es una organización de clínicas comunitarias en Estados Unidos que proporcionan información y asistencia para el control de natalidad y el aborto, enfermedades de transmisión sexual y asuntos relacionados. Debido a la naturaleza de su trabajo de planificación familiar y salud reproductiva, la organización fue atacada por grupos opositores al aborto, que pedían que el gobierno le retirara financiación.

Algunas prohibiciones del gobierno de Trump entorpecían el llamado proceso de derivación para abortos, que consiste en proporcionar información sobre las opciones de tratamiento y poner en contacto a una paciente que necesita asistencia para aborto con un centro que le preste ese servicio.

Una nueva regla propuesta por el Departamento de Salud y Servicios Humanos cumple una promesa de campaña del presidente Biden de revertir la política de planificación familiar de su predecesor, calificada de “mordaza” por grupos feministas y lamentada por asociaciones médicas por violar las relaciones médico-paciente.

La política de Trump de 2019 “abandonó un enfoque centrado en el cliente, pese a las objeciones de todas las organizaciones médicas importantes y sin una razón compensatoria de salud pública”, escribió el Departamento de Salud en la propuesta. “Ese enfoque no puede ser armonizado con los principios aceptados de salud púbica”.

Sin embargo, el gobierno de Biden no suspendió la regulación de Trump, un paso adicional que querían algunos defensores del derecho al aborto. La política de Trump seguirá en vigencia hasta que sea reemplazada por la regla de Biden, un proceso que puede tomar meses. Funcionarios del gobierno dijeron que ejercer control ahora aumentará las probabilidades de que los cambios sean ratificados por las cortes.