14/06/2019 Men in Black International SOCIEDAD CULTURA SONY PICTURES

No es la primera vez que los Hombres de Negro intentan reverdecer los
noventeros y extraplanetarios laureles de su primera y aún
inalcanzable entrega. Ya probaron suerte, y no la encontraron, hace
más de un lustro con una tardía tercera película que no cumplió las
expectativas. Ahora vuelven a la carga con Men in Black
International, la primera ocasión en la que la saga busca fortuna
lejos del paraguas -una protección todavía casi infalible, y si no
que se lo pregunten al nuevo Aladdin- de su gran estrella: Will
Smith.

Para ocupar su vacío el elegido es Chris Hemsworth, una opción, al
menos sobre el papel, indiscutible. El australiano, y su hasta
entonces casi inédita bis cómica, fue lo único que quedó para el
recuerdo del reboot femenino de Cazafantasmas. Gracejo natural
encerrado en un cuerpo cincelado al detalle basado en una
deliberadamente artificial pose de fuertote medio atolondrado pero
con buen fondo. La fórmula que fue explotada con mucho tino por Taika
Waititi en Thor: Ragnarok y llevada al extremo en Vengadores:
Endgame, donde los Russo usaron sus ya evidentes dotes humorísticas
para componer la más heterodoxa versión del Dios del Trueno de
Marvel.


Y junto a él, una vieja conocida, Tessa Thomson, que armada con
mejores herramientas interpretativas que su compañero, y con una
historia de fondo más atractiva y mejor cimentada, busca repetir esa
química que tan bien les funcionó en algunos pasajes del omnipresente
Universo Cinematográfico Marvel. Pero aquí, pese a que también hay un
martillo -literalmente- la magia no es la misma. O mejor dicho… esa
química entre Thomson y Hemsworth, que existe y es lo más disfrutable
en una película absolutamente olvidable, no es capaz de por sí sola
soportar el peso de las honestas, casi descaradas, veraniegas y
ligeras pretensiones de la nueva entrega de una saga que nunca quiso
engañar a nadie y no busca ser otra cosa que un producto diseñado
como mero entretenimiento de masas en estos meses de calor y
blockbusters.

Un esfuerzo tan digo como cualquier otro, sí, pero en el que el filme
dirigido por F. Gary Gray (Fast and Furious 8, Straight Outta
Compton) se queda a medio camino, en tierra de nadie. Él está
simpático no… lo siguiente, y ella, como su personaje, no puede
estar más comprometida con la causa y con su papel preponderante como
verdadero motor de la historia, pero no es suficiente. Thomson y
Hemsworth no son suficientes: Men in Black International no es ni lo
entretenida, ni lo espectacular, ni lo descacharrante que debiera ser
para compensar su disparatado y previsible guión, su humor romo o su
deficiente montaje. Las caprichosas idas y venidas, las inconexas
secuencias de acción, los chistes, los nuevos bichos, todo se va
acumulando sin mucho sentido hasta convertirse en mera rutina dentro
de un viaje de apenas media sonrisa y para el que no hacían falta
estas alforjas.

Quelle: Europa Press