El corazón roto no sólo se ve en las películas de amor, sino que también existe en la vida real. El síndrome del Corazón Roto no necesariamente tiene que deberse a una angustia, sino que puede estar provocado por un gran estrés y, por curioso que parezca, también por una alegría.

Este peculiar síndrome se refiere a una disfunción grave del corazón, explica Wolfgang Fehske, médico jefe de cardiología del Hospital St. Vinzenz en Colonia. 

Se desencadena cuando el cuerpo libera grandes cantidades de ciertas hormonas, incluyendo la hormona del estrés, la adrenalina, o la dopamina, en ocasiones también llamada la hormona de la felicidad. 

En exceso, estas hormonas hacen que varios vasos cardiovasculares se contraigan y que una parte del ventrículo izquierdo ya no se mueva.

Los síntomas del Síndrome del Corazón Roto son similares a los de un ataque cardíaco: falta de aire para respirar o dolor en el pecho. Por lo tanto, los diagnósticos erróneos no son improbables. Si se detecta a tiempo y se trata de forma adecuada, el Corazón Roto se puede curar con medicación y mucho líquido. Según los terapeutas, raras veces quedan secuelas.