El huracán María, prosigue su rumbo norte y se aproxima a la costa sureste, donde se dejará sentir esta semana como tormenta tropical, mientras otro ciclón de idéntica categoría, Lee, se mueve en aguas del Atlántico, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC).

En un boletín reciente los meteorólogos del NHC indicaron que Maríacontinuará moviéndose hacia el norte, paralelo a la costa este de Estados Unidos y es probable que algunos impactos directos ocurran a lo largo de porciones de la costa de Carolina del Norte y Virginia, comenzando el martes, donde se ha hecho el aviso de tormenta tropical moviéndose lentamente hacia el norte con vientos de 75 millas por hora.

De todas maneras se esperan inundaciones por la tormenta al norte de Surf City hasta el sur de Cape Lookout posiblemente comenzando el martes con un aviso de posible marejada ciclónica con inundaciones importantes de 2 a 4 pies.

Adicionalmente se espera que María produzca acumulaciones de lluvia totales de 1 a 2 pulgadas sobre los Outer Banks en Carolina del Norte hasta el miércoles.

El NHC espera que María se debilite en las próximas 48 horas y disminuya todavía más su velocidad el martes, para luego moverse frente a la costa sureste del país, aunque está previsto que se mantenga alejado de tierra.

Los meteorólogos estiman que María realizará un giro el miércoles hacia el nornoreste, lo que lo alejaría paulatinamente de Estados Unidos.

A pesar de la distancia con la costa, María es todavía un huracán de grandes proporciones, por lo que la fuerza de huracanada de sus vientos se extienden desde su centro hasta 105 millas y los vientos de tormenta tropical alcanzan hasta 230 millas, por se espera el movimiento intenso de agua sobre estas costas.

Adicionalmente hay una alerta de aumento del nivel del mar de hasta 4 pies y se esperan acumulaciones de lluvia de hasta 2 pulgadas en áreas del estado de Carolina del Norte.

Por su parte, Lee, tomó fuerza y sus vientos son ya de 100 millas por hora, lo que lo convierte en un huracán de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson.

Es un huracán que sigue en aguas abiertas del Atlántico y no está previsto que afecte a zonas habitadas hasta que vaya perdiendo fuerza la próxima semana, cuando podría dejarse notar en la costa de Irlanda ya muy debilitado.