La tormenta Hermine vuelve a preocupar a Estados Unidos.

Hermine recuperó fuerza este domingo a medida que avanza sobre la costa este de Estados Unidos y provoca oleadas costeras peligrosas.


Se prevé que la tormenta volverá a convertirse en un huracán de categoría 1 como cuando azotó al estado de Florida la última semana. 

 
Hermine dejó un rastro de destrucción en el sureste del país provocando la muerte de dos personas y numerosos daños materiales.
Varios gobernadores anunciaron planes de emergencia a lo largo de la costa hasta el norte de Connecticut, y muchos eventos del fin de semana que celebraban el Día del Trabajo fueron cancelados.
 
Según los pronosticadores, la mayor amenaza podrían ser las fuertes tormenta que se extenderían desde Virginia hasta Nueva Jersey.

El especialista del Centro Nacional de Huracanes, Daniel Brown, dijo a Reuters: «[Hermine] se va a asentar en alta mar y va a provocar un evento costero tremendo con una marejada peligrosa y numerosas olas gigantes, probablemente, causando una erosión significativa de las playas para los próximos días».  

 

El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, declaró el estado de emergencia en tres condados de la costa y el gobernador de Delaware, Jack Markell, hizo lo propio para el condado de Sussex.

Por su parte, el gobierno de Nueva York cerró las playas de la costa de Long Island el domingo.

Unos 55.000 hogares y comercios se quedaron sin energía eléctrica en Virginia tras el paso de la tormenta.

Hermine tocó suelo estadounidense la madrugada del pasado viernes, cuando impactó la costa noroeste de Florida como huracán de categoría 1.

Allí provocó la muerte de una persona tras la caída de un árbol, entre otros daños materiales.

En Carolina del Norte, el conductor de un camión falleció cuando su vehículo volcó tras los efectos de los fuertes vientos de Hermine.