La escasa presencia de nominados latinos en los Óscar de este año reabrió en los últimos días el debate sobre la falta de representación hispana delante y detrás de las cámaras.




La Academia de Hollywood anunció el pasado martes a los candidatos para los Óscar entre los que sólo figuró, como latino nacido en Estados Unidos, el músico de origen puertorriqueño Lin-Manuel Miranda, que optará a la estatuilla a mejor canción por “How Far I’ll Go” de la cinta animada “Moana”.

En cuanto a los aspirantes iberoamericanos figuraron el mexicano Rodrigo Prieto, nominado a la mejor fotografía por “Silence”, y el español Juanjo Giménez, candidato al mejor cortometraje por “Timecode”.

La presencia de Viggo Mortensen, intérprete estadounidense con fuertes lazos con Latinoamérica que competirá por el Óscar al mejor actor por “Captain Fantastic”, añadirá algo de sabor hispano a una gala en la que no habrá películas latinas nominadas al mejor filme de habla no inglesa.

La lista de los Óscar se dio a conocer después de que en los últimos Globos de Oro no hubiera ningún galardonado latino, pese a que había nominados como el mexicano Gael García Bernal (“Mozart in the Jungle”) o la artista de origen puertorriqueño Gina Rodríguez (“Jane the Virgin”), y de que en los pasados Emmy no hubiera hispanos nominados en las categorías más significativas.

Las candidaturas de los Óscar sí sirvieron para que Hollywood se reconciliara con el talento afroamericano, tras dos años sin nominados de esa minoría como intérpretes, pero algunas voces sugirieron que la discusión sobre la diversidad debería ampliarse a los profesionales de origen latino y asiático.

Un reciente estudio de la Universidad del Sur de California (USC) concluyó que el 73,7 % de los personajes con diálogo o nombre de las películas de 2015 fueron blancos frente al 26,3 % del resto de razas o etnias, entre los que destacaron el 12,2 % de negros, el 5,3 % de latinos y el 3,9 % de asiáticos.

Un día antes de que se desvelaran las candidaturas y previendo el resultado, el fundador de la agencia de publicidad Arenas Entertainment y miembro de la Academia, Santiago Pozo, publicó un artículo en el medio especializado Deadline bajo el título “Los Óscar son blancos y negros, pero no latinos”.

Pozo subrayó que la industria del cine ha sido, históricamente, un negocio de inmigrantes, por lo que abogó por abrir las puertas “al verdadero multiculturalismo”.

“No puedo evitar preguntarme dónde están los hispanos (en Hollywood) que, después de todo, suponen el 17 % de la población estadounidense y son incluso un porcentaje más alto del porcentaje de población que asiste frecuentemente al cine”, escribió.

“¿Esta falta de verdadero multiculturalismo es culpa de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (que organiza los Globos de Oro) o de la Academia? No, no lo es. Esas instituciones reflejan lo que nuestra industria hace, y la verdad es que las oportunidades para los hispanos, tanto delante como detrás de las cámaras, son escasas y poco frecuentes”, añadió.

Por su parte, el periodista Dennis Romero publicó una columna en el diario Los Ángeles Times titulada “Los Óscar son menos blancos, ¿pero dónde están los latinos?”.

“La carencia de narraciones latinas y la omisión del talento latino es especialmente notable si se considera que alrededor de tres cuartas partes de la población en el condado de Los Ángeles pertenecen a minorías y alrededor de la mitad son latinos”, escribió.

El periodista destacó además que muchos papeles de latinos se entregan a actores no hispanos, como sucedió con el rol protagonista de Tony Méndez en “Argo” que interpretó Ben Affleck

“Este año trae una preocupación adicional: que una industria que durante mucho tiempo retrató a los latinos como bandidos, gángsters y camareros sirva para avivar el racismo y el odio generados por unas elecciones (presidenciales en EEUU) en las que el candidato ganador (Donald Trump) intentó tachar a los inmigrantes mexicanos como criminales y violadores”, afirmó Romero.

En una entrevista con Efe, el actor y productor Edward James Olmos enfocó el problema desde una perspectiva empresarial: “Hollywood no desarrolla historias (de latinos) y no nos ponen en esas historias para avanzar”.

“Hollywood tiene que creer que si hace una película latina va a ganar dinero”, explicó Olmos, presidente de la compañía audiovisual Latino Public Broadcasting, al mencionar que los ejecutivos no se preocupan por dinámicas “sociales o culturales” sino por resultados económicos.

Además, apuntó que el público hispano acude en masa a ver las grandes superproducciones pero no asiste al cine a ver los filmes latinos.

Olmos concluyó que lo ideal sería que el cine estadounidense contara “historias de nativos, asiáticos, latinos, africanos y caucásicos”.

Los avances y retrocesos de los hispanos en Hollywood suelen ser un punto recurrente en las entrevistas con artistas latinos.

Como muestra, la actriz América Ferrera comentó a Efe, en una reciente conversación sobre su serie “Gente-fied”, que el talento hispano “raramente” tiene la oportunidad de interpretar “personajes complejos y con matices”.

“Tenemos un problema de la baja representación. Hay un pequeño porcentaje de personajes que son latinos y esas representaciones son las mismas, dos o tres: ama de casa, jardinero, traficante de drogas”, señaló.

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