February 11, 2019 - Silver Springs, Florida, United States -A young rhesus macaque monkey is groomed by an adult monkey on a tree along the Silver River in Silver Springs State Park on February 11, 2019 in Silver Springs, Florida. The park is home to at least 300 of the primates, which are native to Asia and are descendants of a small group of animals that escaped into the forest after being brought to the area in the 1930s and 1940s as a tourist attraction. State wildlife officials have been tasked with devising a plan to manage the wild monkeys after a 2018 study estimated that their population will double by 2022 if left unchecked, posing a potential health risk to park visitors, since as many as 30 percent of the monkeys carry herpes B, a rare virus that can be deadly to humans. (Paul Hennessy/Polaris)

Se prevé que la extracción global de recursos de productos básicos se
duplicará para el año 2050

Entre 2001 y 2015 se perdieron 160 millones de hectáreas de bosques
en los trópicos debido a actividades humanas, amenazando a las
especies de primates con la extinción. Una nueva investigación ha
comprobado que el 50 por ciento o más de esta pérdida de hábitat se
debió a la demanda mundial de productos básicos.

Los beneficios económicos de las exportaciones de productos básicos
para los países que son hábitat de primates han sido limitados en
relación con los costos ambientales extremos de la contaminación, la
degradación del hábitat, la pérdida de la biodiversidad, la continua
inseguridad alimentaria y la amenaza de enfermedades emergentes,
según el estudio, publicado en la revista revisada por pares
’PeerJ-Journal of Life and Environmental Sciences’.

La fauna de primates del mundo, distribuida en los neotrópicos,
África y en el Sur y sudeste de Asia, representa un componente global
importante de la biodiversidad terrestre de la Tierra. La presencia y
las actividades de los primates apoyan una gama de funciones y
servicios ecológicos de la comunidad tropical que proporcionan
recursos vitales para los ecosistemas naturales, incluidas las
poblaciones humanas locales.

De manera alarmante, alrededor del 60 por ciento de las especies de
primates están ahora en peligro de extinción y alrededor del 75%
tienen poblaciones en declive como resultado de las crecientes
presiones antropogénicas que resultan en la deforestación, la
degradación del hábitat y el aumento del conflicto espacial entre una
población humana en expansión y el rango natural de primates.


El estudio encuentra que las crecientes demandas del mercado de
alimentos y productos no alimentarios de países de altos ingresos y
de la comunidad global en general son factores importantes de la
rápida y generalizada pérdida y degradación del hábitat de los
primates.

El consumo mundial de alimentos y recursos naturales, junto con una
economía cada vez más globalizada, ha creado un mercado internacional
en expansión para los productos agrícolas. Este crecimiento también
se refleja en el crecimiento del área de deforestación impulsada por
los productos básicos.

La evidencia disponible indica que entre 2001 y 2015, se perdieron
160 millones de hectáreas de bosque en los trópicos debido a
actividades humanas y que el 50% o más de esta pérdida fue impulsada
por los productos básicos. Es decir, los bosques se convirtieron en
campos agrícolas, pastizales de ganado, minas para extraer minerales
y metales, exploración de combustibles fósiles y urbanización.

Dado que se prevé que la extracción global de recursos de productos
básicos se duplicará, de 85.000 millones de toneladas actuales a
186.000 millones para el año 2050, revertir la tendencia actual del
declive y la extinción de la población de primates debido a la
pérdida y degradación del hábitat requerirá una decisión mundial más
fuerte para reducir en todo el mundo la demanda per cápita de
productos alimentarios y no alimentarios de riesgo forestal de las
regiones donde viven los primates. Y, al mismo tiempo, implementar
prácticas de uso sostenible de la tierra que mejoran el nivel de vida
de las comunidades humanas locales, protegen la biodiversidad local y
mitigan el cambio climático.

Con el fin de evitar la inminente extinción de los primates del
mundo, los investigadores sugieren una serie de medidas que se
implementarán, incluyendo cambios en los hábitos de los consumidores
globales (por ejemplo usando menos semillas oleaginosas o comiendo
menos carne), la creación de un fondo internacional de mejora
ambiental para mitigar los efectos negativos del comercio de
productos básicos de riesgo forestal, y asignando la responsabilidad
del daño ambiental a aquellas corporaciones internacionales que
controlan la producción, la exportación y las cadenas de suministro.

Los autores Alejandro Estrada, Paul A. Garber y Abhishek Chaudhary
señalan en su investigación que “las crecientes demandas de los
consumidores mundiales de alimentos y productos no alimentarios de
las regiones de distribución de primates están colocando a las
poblaciones de primates en riesgo de extinción. Estas demandas
crecientes han provocado una expansión global acelerada de la
agricultura y de las industrias extractivas y el crecimiento de la
infraestructura para apoyar estas actividades que conducen a la
pérdida y degradación generalizada del hábitat de los primates”.

En esta línea, recuerdan que “los primates y sus hábitats son un
componente vital del patrimonio natural y la cultura del mundo y,
como nuestros parientes biológicos vivos más cercanos, los primates
no humanos merecen toda nuestra atención, preocupación y apoyo para
su conservación y supervivencia”.

Quelle: Europa Press