Los Ángeles, 10 sep (EFE).- La elevada incidencia de la obesidad y diabetes entre los hispanos en Los Ángeles llevó a un grupo de médicos a crear un programa en el que los galenos se convirtieron en instructores de zumba.


La iniciativa de practicar ejercicio junto a un doctor pretende concienciar a los pacientes sobre la necesidad de cuidar el peso a través del deporte y la buena alimentación.

«Pensé que yo debería ser el ejemplo de lo que digo. La gente me decía: doctor Friedman usted está sentado mientras nosotros estamos aquí bailando, ¿porqué usted no se une a nosotros?», dijo Theodore Friedman, jefe de Endocrinología del Hospital Martin Luther King (MLK) en Los Ángeles.

Entre las personas motivadas por el Grupo de Visita Power del Hospital MLK se encuentra la latina Blanca Martínez.

A sus 61 años, la madre guatemalteca sufre de la tiroides, tiene problemas de sobrepeso y las rodillas le duelen, lo que la llevó a unirse a la iniciativa.

«No es una dieta sino es aprender a comer, lo que uno debe comer. Bajé 52 libras (23.5. Kg) pero a veces hay temporadas que me viene la depresión muy fuerte y me vengo abajo», relató.

Según una reciente publicación del Journal of the American Medical Association (JAMA), casi la mitad de todos los estadounidenses tienen diabetes o prediabetes.

A pesar de los alarmantes datos, el profesor de la Universidad de Michigan, William Herman, aseguró que los datos son alentadores porque los números se estabilizaron, lo que significa que los programas de tratamiento y de detección están dando resultados.

Friedman comenzó con la idea de los ejercicios hace dos años cuando quiso hacer el seguimiento de sus pacientes en grupo. Tras el éxito del tratamiento optó por integrar el baile de la zumba, lo que instó a los asistentes a apoyarse entre sí para cumplir sus metas.

«Lo estamos haciendo como en familia, eso es agradable para nosotros, tener al doctor frente a nosotros», aseguró Cecilia Valdez, una mexicana de 72 años y oriunda del Distrito Federal, que sufre de hipertensión y colesterol alto.

El programa tiene un grupo dedicado solamente a los hispanos, que en su mayoría comparten los mismos obstáculos para sobrellevar su enfermedad.

La doctora Nicole Alexander, especialista en Medicina Familiar de MLK aseguró que los hábitos alimenticios son uno de los más grandes problemas de la población latina.

«En la casa hay mucho niño, si ellos comen paleta yo como paleta, si ellos comen chips yo como chips», confesó a Efe Aurora Hernández sobre sus debilidades alimenticias.

A parte de la zumba, el programa trabaja con los pacientes para crear conciencia sobre la dieta y los alimentos que se deben suprimir.

«No puedes tener chips o sodas y esperar bajar de peso, puedes comprarlo para tus hijos o los puedes dejar en la alacena pero cuando estás hambriento lo vas a comer y vas a sabotear tu peso», advirtió la doctora Alexander, quien se encarga de recordar el mensaje a sus pacientes en cada sesión.

Estadísticas del Departamento de Salud Pública de California revelan que cerca de 536 mil personas mayores de 18 años en el condado de Los Ángeles han sido diagnosticadas con diabetes tipo 2 y 1,8 millones son obesas.

La falta de recursos económicos y de acceso a comida saludable también estaría afectando la dieta de los hispanos.

«Sale más cara una ensalada que una hamburguesa. Una hamburguesa está en un dólar y una ensalada en 7 dólares mejor va una a la hamburguesa», comentó Martínez.

Friedman también identificó otro gran obstáculo para las minorías y es que gran número de pacientes o no ha sido diagnosticado o ya no están en los programas.

«Yo soy una que aveces dejo de cuidar mi salud, de venir a los doctores porque no tengo quien cuide a mis hijos», declaró Martínez sobre su situación.

La mexicana tiene un hijo con parálisis cerebral y necesita de su cuidado las 24 horas; no obstante, está haciendo el esfuerzo y cumple con la cita para practicar zumba junto con su doctor.

«Quiero vivir, estar sana por mi hijo, él me necesita mucho» concluyó.

Friedman espera que sus pacientes cambien su perspectiva sobre la enfermedad y puedan influir en sus familias y en la comunidad.

«Yo enfatizo en los cambios en estilos de vida, algo que puedes hacer por el resto de tu vida», aconsejó.