El presidente, Barack Obama, condenó hoy el «horrendo ataque terrorista» ocurrido en Niza (Francia), que dejó más de 70 muertos y un centenar de heridos durante la celebración de la Fiesta Nacional del 14 de julio.

«Hemos ofrecido a las autoridades francesas toda la ayuda que necesiten para investigar este ataque y llevar a sus responsables ante la Justicia», dijo Obama en un comunicado.

El mandatario se solidarizó «con las familias y los seres queridos de los asesinados», al tiempo que deseó una «total recuperación» a los heridos.

«Mantenemos nuestra solidaridad y alianza con Francia, nuestro más antiguo aliado, mientras responden y se recuperan de este ataque», agregó Obama.

Finalmente, el presidente mostró su admiración por «la extraordinaria resiliencia y los valores democráticos que han hecho de Francia una inspiración para el mundo entero» y se mostró convencido de que esa naturaleza «perdurará» pese al ataque.

Al menos 77 personas murieron y un centenar resultaron heridas en Niza cuando un camión cargado con un arsenal arremetió contra una multitud que presenciaba los fuegos artificiales de la Fiesta Nacional, según los últimos datos de las autoridades francesas.