ILUSTRACIÓN - Tomar regularmente la temperatura del bebé ayuda a tener una noción de cómo suele manejarse su cuerpito. Foto: Andrea Warnecke/dpa-tmn

Si un bebé tiene una temperatura corporal baja, lo primero que tienen
que hacer los padres es ponerle ropa de abrigo o encender la
calefacción, y si esto no funciona se debe consultar a un médico,
según aconseja la Asociación alemana de Pediatras y Médicos Juveniles
(BVKJ).

Los niños sanos generalmente tienen una temperatura corporal de 36,5
a 37,5 grados. La piel de la espalda generalmente se nota caliente,
pero no sudorosa. Una temperatura más baja puede indicar hipoglucemia
u otros problemas metabólicos. Otra causa de la baja temperatura
puede ser una dificultad respiratoria.

La temperatura corporal de los bebés puede bajar, aunque en rars
ocasiones, incluso si se produce alguna infección grave. Esto se
produce a veces en casos de meningitis o septicemia.

Según la BVKJ, los padres deben acudir al médico inmediatamente si el
bebé tiene la piel pálida, húmeda y manchada, se alimenta con
dificultad, se muestra adormecido, respira con rapidez o tiene las
manos y los pies fríos.

Los bebés son menos capaces de regular su temperatura corporal que
los adultos, por lo tanto, son más sensibles al frío. Para tener una
idea de la temperatura real de su bebé, los padres pueden tomársela
varias veces al día cuando no tenga ninguna dolencia.

dpa

Quelle: Deutsche Presse-Agentur GmbH

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