Dos organizaciones proinmigrantes organizaron el reencuentro en Río Bravo, la barrera natural que separa a ambos países. El evento estuvo vigilado por agentes fronterizos.

Tres minutos. Ese es el tiempo que tuvieron unos 600 mexicanos para reunirse este miércoles con sus familiares y abrazarlos a la mitad del Río Bravo, en Ciudad Juárez, sin que mediaran muros entre sus cuerpos.

La multitud fue separada en grupos de 10 personas y unos y otros cruzaban corriendo sobre los charcos de agua para tocarse. «Veinte años sin verlos», dijo Minerva Rayo a la agencia AFP, quien se reencontró con sus hermanos en este río, frontera natural entre México y Estados Unidos.

«Tenía 10 años sin ver a mis nietos», dijo a EFE Rosa Martínez, una abuela de 86 años que vive en Ciudad Juárez.

En las imágenes no solo se vieron abrazos y lágrimas, sino a familias enteras fotografiarse sobre el lodo.

Este reencuentro fue organizado bajo el lema «abrazos, no muros» por dos organizaciones proinmigrantes: el Instituto Fronterizo Esperanza y la Red Fronteriza de los Derechos Humanos. Luego de cruzar la alambrada que refuerza la frontera del lado estadounidense, las reuniones se dieron en una zona del estrecho río del lado mexicano en la que apenas se formaban algunos charcos.

Se estima que en Estados Unidos viven unas 11 millones de personas indocumentadas: 5.6 millones son mexicanos, según cifras de 2014 del Pew Research Center.

El gobierno del presidente Barack Obama ha sido duramente criticado por su política de deportaciones y distintas organizaciones le han pedido que las detenga. En lo que va de año fiscal 2016, la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) ha deportado a unos 155,125 inmigrantes indocumentados, de los que 41.3% no tenía antecedentes penales.

La actividad «se hace con la intención de que las familias puedan saludarse después de muchos años de no verse por sus condiciones legales en Estados Unidos. También para tomar conciencia entre el gobierno estadounidense para que dé entrada a reformas migratorias», dijo a la prensa Dylan Corbett, del Instituto Esperanza.

Este miércoles, los mexicanos comenzaron a reunirse desde la madrugada en ambos lados de la frontera, bajo la mirada vigilante de funcionarios de la Patrulla Fronteriza estadounidense desde El Paso, Texas, y agentes federales y municipales desde el lado mexicano. Según reportes de medios, quienes participaron incluso fueron grabados por los agentes fronterizos para evitar que quienes bajaran al cauce fueran indocumentados buscando confundirse entre la multitud.

Otros eventos similares han ocurrido anteriormente. Recién en mayo, seis familias se abrazaron por tres minutos en el paso de Tijuana (noroeste) y San Diego, en California. Gritos y aplausos de emoción se escucharon con la apertura de la puerta fronteriza. En abril de 2015, la imponente puerta volvió a abrirse para que cuatro padres pudieran reencontrarse con sus hijos por un espacio de dos minutos. También ocurrió en abril de 2013 durante la celebración del día del niño.

3 comentarios en «Tres minutos sin frontera en los que familiares de EEUU y México pudieron volver a abrazarse»
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