La entrada en vigor de la ley que ha otorgado licencias de conducir a 570.000 indocumentados en California marcó este año un hito ante el elevado número de posibles receptores y beneficios que les supone en su quehacer diario.
«Estamos bastante orgullosos de haber iniciado esta ley que ya va a cumplir el primer aniversario a principios del próximo mes», declaró hoy en entrevista con Efe Armando Botello, subdirector de comunicaciones del Departamento de Vehículos Motorizados (DMV, en inglés) de California.
«Más de 570.000 personas han logrado recibir su licencia y eso sólo es el primer año. Estamos esperando por lo menos un millón de personas más en los próximos dos años», agregó el funcionario del DMV sobre el éxito de la ley AB60, que entró en vigor el 2 de enero de este año.
Un aspecto del desarrollo de la ley que tuvo demoras en su proceso fue el relacionado con aquellas personas que presentaron inconsistencias en sus documentos de identificación y fueron enviadas a lo que se denomina una «segunda revisión».
Según explicó Botello, el gran número de solicitantes que aplicó para obtener una licencia de conducir bajo la AB60 llevó a que aquellas personas que fueron enviadas a segunda revisión tuvieran que esperar varios meses antes de recibir una respuesta.
«Quisiera decir que ya es cosa del pasado, pero todavía tenemos un retraso, pero no es tan notable como anteriormente», explicó el ejecutivo.
«Ya todo se está moviendo de una manera muy fluida y aproximadamente el 70 % de todas las personas que desde enero hasta diciembre han sido enviadas a segunda revisión ya han salido de ahí», anotó.
Para el DMV, el que actualmente más de medio millón de personas que antes no podían recibir una licencia ahora la tengan ofrece más seguridad en las vías.
«Para todos los californianos, siempre lo hemos visto como un asunto de mayor seguridad en las carreteras y en las calles de California. Creemos que una persona con licencia, que se preparó para pasar los exámenes exigidos, es una persona que conoce mejor las leyes y va a ser un mejor conductor», explicó el directivo del DMV.
Igualmente, la agencia considera que las licencias ofrecen a los indocumentados mayor tranquilidad en su vida diaria.
Esa apreciación es respaldada ampliamente por los inmigrantes beneficiarios de la ley que ya han podido obtener sus licencias para manejar vehículos.
«Ya ando manejando seguro y sin miedo de que me pare la policía», explicó a Efe Hugo López, un inmigrante mexicano que trabaja en construcción.
«Y si algún día me llegan a parar pues con la licencia me evito muchos problemas, porque antes me quitaban el carro y había que gastar mucho dinero para recuperarlo», agregó.
A pesar de la gran cantidad de personas que han logrado obtener su licencia -el mayor número de los 12 estados del país que actualmente las ofrecen a los indocumentados- el examen de conocimientos es un obstáculo para muchos.
«La tasa de aprobación del examen -especialmente el de conocimientos- continúa un poco baja», informó Artemio Armenta, portavoz hispano del DMV de California.
«El mensaje que queremos enviar es que las personas que han considerado obtener una licencia manejar estudien lo suficiente: que no olviden repasar el Manual del Automovilista, y que utilicen muchas de las herramientas que tenemos disponibles», recomendó.
California es el estado del país con más inmigrantes indocumentados, con cerca de 2,67 millones, de los cuales el 53 % proviene de Latinoamérica, según un cálculo presentado en junio por el Instituto de Política Pública de California.
Al implementarse la ley, el DMV calculó que en el Estado Dorado había 1,4 millones de indocumentados que podrían obtener su licencia de conducir.