Estados Unidos quedó la tarde de este lunes a menos de 250 muertes de los 200.000 decesos por el coronavirus, líder en esa estadística con el 20,7 % de los fallecimientos mundiales, mientras que el resto de América, la región más afectada por la pandemia, sigue entre avances en algunos países y estancamientos e incluso retrocesos en otros.


EE.UU. llegó a 199.756 decesos de los 962.232 mundiales, a lo que se suman 6,8 millones de casos, una lista que también encabeza y en la cual otros 5 países americanos están en el top 10: Brasil (5,48 millones) en el tercero, Perú (768.895) en el quinto, Colombia (765.076) en el sexto, México (697.663) en el séptimo y Argentina (631.365) en el décimo, según la universidad estadounidense Johns Hopkins.
Pese a estas cifras que reflejan una crisis sanitaria que no cede en el continente, hoy se vieron algunas buenos datos, partiendo desde el propio EE.UU.


En Florida, uno de los focos de la enfermedad, las muertes bajaron en promedio un 74 % entre la primera semana de agosto y la primera de septiembre, mientras que los contagios también siguen descendiendo, por lo que en el condado de Miami-Dade, el más castigado a nivel estatal y que hoy no registró ninguna muerte, se plantea una reapertura «escalonada» para la enseñanza presencial.


A eso se suma que el estado de Nueva York, quien fuera epicentro nacional de la COVID-19, tuvo el domingo tan solo una muerte, la cifra más baja desde marzo, aunque las autoridades no cesarán sus esfuerzos «hasta que ese número sea cero”, según dijo el gobernador Andrew Cuomo, que agregó que los bares y universidades «siguen siendo un problema» por el incumplimiento del uso de mascarillas y distanciamiento social.


TURISMO, CON UNA LUZ DE ESPERANZA
Por su parte, el turismo, cuya recuperación es fundamental para la reactivación económica, vivió una jornada de noticias optimistas. Para comenzar, los aeropuertos de Bogotá, Cali y Medellín reanudaron de manera gradual los vuelos internacionales tras seis meses de cierre de fronteras para frenar los contagios en Colombia.


Y aunque “el inicio de los vuelos internacionales muestra que el camino es reactivar, con gradualidad y siguiendo los protocolos (de bioseguridad)”, como dijo la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, Avianca, la principal aerolínea del país, afirmó a Efe que la fecha de inicio de sus operaciones está por confirmar.


Por su parte, el Gobierno dominicano, en su primer boletín médico centrado en las zonas turísticas, el principal sector económico del país, aseguró que estas regiones representaron el 0,8 % de todos los contagios de coronavirus de la semana, «lo que evidencia un nivel de riesgo mucho más bajo».


Además, solo hubo 2 positivos en 1.829 test rápidos realizados en los aeropuertos entre el 4 y el 20 de septiembre, cifras con las que se espera revertir la caída cercana al 88 % tanto en julio como agosto, los primeros meses después de la apertura y durante los que en promedio llegaron 50.000 extranjeros, en comparación a los cerca de 400.000 mensuales en el mismo lapso de 2019.


Con la reanudación de sus operaciones en el Caribe, México y Centroamérica también en mente, la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) anunció un paquete de medidas sanitarias obligatorias entre las que se incluye hacer pruebas de COVID-19 a todos los pasajeros y tripulantes antes de embarcar.


En un comunicado, la CLIA, que representa al 95 % de las compañías con cruceros oceánicos, indicó que una vez reanudadas las operaciones en Europa, el siguiente «paso crítico» será la reanudación «en el mayor mercado» del mundo para los cruceros, idealmente antes de que termine el año, tras la paralización provocada por los 99 brotes en 123 barcos con base en EE.UU. y los 2.973 casos y 34 muertes a bordo de cruceros por la pandemia.


MÁS RESTRICCIONES Y RETROCESOS
Del otro lado, Argentina inició una nueva extensión, hasta el 11 de octubre, de las “medidas de cuidado” que rigen desde hace seis meses, en un momento de fuerte aumento de contagios y muertes en varias provincias del interior, en las que preocupa el riesgo de colapso del sistema sanitario.
El aislamiento social obligatorio decretado el 20 de marzo ha pasado por diversas etapas, y ahora, aunque el país registra desde hace varias semanas sus peores cifras de la pandemia, se encuentra ya muy flexibilizada en gran parte del territorio, pero con múltiples restricciones cuya competencia es ya de cada autoridad local.


Mientras Buenos Aires avanza en la reapertura, con la mayoría de sectores comerciales funcionando con ciertos protocolos, en Rosario, tercera ciudad por población del país, se ampliaron por una semana más medidas que prohíben, salvo para sectores esenciales, salir de casa a una distancia mayor de 500 metros y después de las 19.30 horas o el funcionamiento de la actividad gastronómica que no sea con domicilios.


A su vez, en el vecino Chile, la tasa de positividad sobre el total de exámenes fue del 7,1 %, la más alta desde mediados de agosto y lo que coincide con el fin de las celebraciones de las fiestas patrias pese a las estrictas medidas de seguridad para contener la pandemia.
El repunte en la tasa de positividad, que durante semanas se situó en torno al 5 %, se explica en parte por el bajo número de test PCR realizados en las últimas horas, que apenas llegó a los 17.000 exámenes frente a los 30.000 habituales.


En Honduras, la limitada cantidad de pruebas PCR impide ver con claridad qué está pasando realmente con la pandemia, que desde marzo ha dejado más de 2.000 muertos y 71.000 contagios.


Así lo dijo a Efe en Tegucigalpa el científico Marco Tulio Medina, quien subrayó que es fundamental una «vigilancia epidemiológica estricta» y que una reapertura económica total del país «demasiado apresurada”, tras la reactivación parcial que se aplica desde mediados de julio, “sería un grave error».


En una muestra de que la compleja situación sanitaria sigue afectado a todos los países y escenarios sociales por igual, la ONU conmemoró hoy su 75 aniversario con una cumbre internacional muy deslucida por el coronavirus: lo que iba a ser una gran celebración, con líderes de todo el mundo reunidos en Nueva York, se quedó finalmente en una sucesión de breves discursos en video grabados previamente por algo más de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno y varias decenas de ministros.