Hillary Clinton, la favorita de los demócratas, oscila entre el pragmatismo y el progresismo para conseguir cimentar su segunda campaña a la Presidencia y evitar que se repita la pesadilla de 2008, cuando Barack Obama le arrebató la victoria en las elecciones primarias de Iowa.
En sus últimos actos de campaña en Iowa, que hoy será el primer estado en votar, Clinton ha tratado de alcanzar un equilibrio entre el pragmatismo que la distingue de su principal rival, el senador socialista Bernie Sanders, y el mensaje contra la desigualdad económica que se ha convertido en clave para generar entusiasmo entre los demócratas.
Muy buena la foto que te muestra el Kuro.
We know that bureaucrats and, even more, Fedzilla, are not the solution; they are the problem.