México, 14 jul (EFE).- Joan Sebastian, fallecido el lunes a los 64 años de cáncer en los huesos, es recordado hoy con dolor en México por el lugar de privilegio que ocupará en la historia musical del país como el poeta de Juliantla, ese pueblo de montaña al que le cantó su retorno tras ganar fama a finales del siglo XX.
El cantautor perdió anoche una batalla de 16 años contra un cáncer de huesos detectado en 1999 y que a principios del 2014 le obligó a cesar sus presentaciones a caballos, otra de sus grandes pasiones, a raíz de una caída.
«Mi papá no murió de cáncer, murió de los golpes que le dio la vida en el corazón», señaló en un mensaje en redes sociales José Manuel Figueroa, su hijo más famoso al comentar el deceso del compositor.
El público tendrá garantizado el libre acceso al rancho de Joan Sebastian en la población Teacalco, Guerrero, durante los tres días que se espera duren las honras fúnebres del cantante, declaró su hijo a la prensa mexicana.
Juan Manuel Figueroa, el nombre real de Joan Sebastian, nació el 8 de abril de 1951 en Juliantla, un pueblo de montaña cercano al turístico centro platero de Taxco, en el sureño estado de Guerrero, el mismo donde será sepultado.
Joan Sebastian estuvo muy cerca de tomar la vida sacerdotal al ingresar a los 14 años al seminario a instancias de su abuela, aunque finalmente prefirió la guitarra que le regaló el abuelo y se dedicó a la música.
La fama le tocó en el año de 1975 cuando la popular cantante Angélica María, «la novia de México», lo conoció como botones de un centro vacacional y aceptó escuchar sus canciones para recomendarlo después para grabar sus propias canciones.
«Juliantla», el tema cantado al pueblo natal, «donde tengo mi cabaña, mi razón de ser» (como dice la canción), consolidó su incipiente fama, después de éxitos como «Y las Mariposas» y «Alma de Niña», aunque en aquellos años vendía automóviles para sobrevivir.
Con el tiempo, acumuló fama y éxitos como los emblemáticos «Maracas», «Rumores», «Tatuajes», «Un idiota» o «Secreto de Amor», en una prolífica carrera de 46 años en la que produjo una veintena de discos y logró vender más de 12 millones de copias de sus álbumes.
Su trayectoria se vio reconocida con cinco Grammy y con siete Grammy Latinos. Hasta hoy es el cantautor mexicano con más Grammy.
Por sus éxitos fue apodado cariñosamente «El poeta del pueblo», «El poeta de Juliantla» y «El rey del jaripeo» (suertes que se hacen a caballo).
Sus canciones fueron interpretadas por Alberto Vázquez, Antonio Aguilar, Lucero, Vicente Fernández, Alejandro Fernández, Diego Verdaguer y Rocío Dúrcal, quien grabó un disco con sus temas.
Los médicos le detectaron el cáncer en los huesos en 1999 y desde entonces se vio obligado a interrumpir su carrera en varias ocasiones para recibir tratamiento aunque siempre volvía recuperado.
El año pasado una caída del caballo, le hizo reducir sus presentaciones a mínimo.
Joan Sebastian tuvo ocho hijos con cinco mujeres diferentes, el más joven de ellos de nombre Julián con la modelo y actriz Maribel Guardia, originaria de Costa Rica.
Su prole estuvo marcada a fuego por la violencia, que se llevó a dos de ellos, y por alguna que otra controversia.
En 2006 su hijo Trigo de Jesús fue asesinado durante uno de sus conciertos en una localidad del estado de Texas (EE.UU.). En 2010, su hijo Juan Sebastián fue asesinado por sicarios del narcotráfico en el estado de Morelos.
Otro escándalo involucró a su hijo más pequeño, Julián Figueroa, hijo de Maribel Guardia, que ingresó a un centro de rehabilitación por problemas con el alcohol.
Famosos y cantantes expresaron su pesar en las redes sociales por el fallecimiento del poeta de Juliantla, como Alejandro Fernández, quien lo recordó como un «gran maestro y amigo, un hombre que siempre creía en los sueños, que siempre luchó por vivir».
Su padre el cantante ranchero Vicente Fernández señaló en su cuenta de Twitter: «Joan, no te has ido porque estás en los corazones de nuestro pueblo. Siempre estarás presente a través de tu música».