ARCHIVO - Dos personas mayores observan cerezos en flor en un jardín. Foto: Federico Gambarini/dpa

El amor no conoce límites. “Tener 66 no significa que hay que cerrar
la tienda”, decía una famosa canción, y la realidad es tal cual: hay
muchas personas mayores de los 60 años que están deseosas de conocer
a alguien con quien compartir, ya sea porque han enviudado o porque
se han separado. Lo cierto es que las citas son muy diferentes de las
que pueden tener los jóvenes solteros. Importan otras cosas y eso
hace que todo sea más fácil. Aunque también hay algunos matices.

”Cuando uno es joven, suele buscar una pareja con la que pueda fundar
una familia”, explica Dorothee Döring, autora de un libro sobre el
tema. Döring asegura que, cuando ese aspecto tan fundamental deja de
ser un tema central, hallar una “media naranja” resulta mucho más
sencillo.

Al parecer, las mujeres mayores son las que menos dispuestas están a
perder sus libertades a cambio de una nueva pareja. La convivencia no
es una condición necesaria para ellas.

”Muchos hombres querrían encontrar una mujer que esté siempre y que
se ocupe de todo, pero las mujeres mayores buscan justamente lo
contrario, porque ya han jugado ese papel durante muchos años de su
vida”, explica Döring. “Ellas quieren salir con sus amigas y en todo
caso, cuando tienen ganas, armar algún programa con su pareja”,
apunta.

Eso no significa que con la edad el único modo de estar en pareja sea
disfrutar el tiempo libre juntos. Y por supuesto que la sexualidad es
un tema, comenta Alexander Wild, creador de una plataforma online de
encuentros para personas de 60 en adelante. “En una encuesta que
hicimos, el 40 por ciento dijo haber tenido el mejor sexo de su vida
después de los 60”, dice para asombro de muchos.

El propio Wild comenta que es importante mantenerse activo, “salir,
estar con otros, porque seguramente sigue siendo mucho más fácil
conocer a alguien en la vida real que a través de otros medios”.


Pero, por el otro lado, las redes también abren muchas posibilidades.
”Es una manera eficiente de hacer un chequeo previo o incluso de
establecer un primer contacto”, comenta. De hecho su emprendimiento
también ofrece modos de intercambio virtuales bajo el nombre
”Platinnetz” (”Red Platina”), y no es la única plataforma que invita
a participar a personas “mayores”.

Sin embargo, el problema de esas plataformas suele ser la falta de
sinceridad. “Si escribo mi verdadera edad y está por encima de los
50, suelen dejarme de lado”, comenta Döring sobre una realidad que
conoce a través de los seminarios que organiza. Según la experta, los
hombres suelen buscar una mujer que tenga 15 años menos que ellos. “Y
eso, por supuesto, deriva en algunas mentiritas” que, ¡atención!,
suelen tener patas cortas.

Wild recomienda armar un perfil con fotos actualizadas y no
necesariamente brindar el número telefónico ni bien la otra persona
nos da un “like”, sino comenzar el intercambio a través del chat y
ver si el otro inspira confianza.

¿Por qué tanto cuidado? Por el “love scamming”. ¿Eso qué es? “Hay
quienes se dirigen a personas mayores muy a conciencia, sabiendo que
se sienten solas. Les hablan del gran amor y de pronto les salen con
alguna historia de que necesitan urgentemente dinero”, explica Wild.
Son historias que se dan cada vez con mayor frecuencia. Muchos
recomiendan encontrarse cuanto antes con su interlocutor en un sitio
público “y ver si realmente existe”.

Quelle: Deutsche Presse-Agentur GmbH

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