Los CDC de EE.UU. indicaron que las personas que ya completaron su esquema de vacunación contra COVID-19 ya no necesitan usar cubrebocas en exteriores

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos cambiaron sus recomendaciones para indicar que la población del país que esté completamente vacunada puede ir sin cubrebocas en exteriores, excepto cuando haya grandes multitudes.

“Hay muchas situaciones en las que la gente completamente vacunada no necesita llevar cubrebocas, particularmente si están al aire libre”, dijo la directora de los CDC, Rochelle Walensky, en una rueda de prensa  de la Casa Blanca.

El cambio en las directrices de los CDC, que no son obligatorias sino meras recomendaciones, llega en un momento en el que 37 por ciento de la población adulta del país está completamente vacunada y casi 54 por ciento ha recibido al menos una dosis.

La nueva recomendación se refiere a aquellos estadounidenses que ya han recibido todas las dosis necesarias de las vacunas contra COVID-19 y han esperado el tiempo suficiente para que hagan efecto, es decir, dos semanas después del último pinchazo.

A partir de entonces, los estadounidenses pueden prescindir del cubrebocas en exteriores, cuando estén caminando, corriendo o montando en bicicleta al aire libre, tanto si están solos como si van acompañados de las personas con las que convivan.

Los CDC no llegaron a recomendar que las personas vacunadas que estén caminando o haciendo ejercicio al aire libre con personas no convivientes se quiten también la mascarilla, sino que solo se refirieron a quienes viven juntos.

No obstante, la población completamente vacunada sí que puede dejar de llevar tapabocas si acude a pequeñas reuniones al aire libre o cenas en terrazas de restaurantes con amigos o familiares, tanto si estos han recibido todas las dosis como si no.

Donde sí se aconseja mantener puesta la mascarilla es en actos al aire libre en los que haya grandes multitudes, como conciertos, desfiles o partidos de deportes como el béisbol.

Los estadounidenses completamente vacunados sí deben seguir llevando tapabocas en espacios cerrados, como restaurantes y bares, museos, cines, peluquerías, gimnasios o iglesias; además de en el transporte público o en reuniones en interiores con gente que pueda no estar vacunada.

Sin embargo, ese tipo de reuniones en interiores, que siguen siendo peligrosas para personas no vacunadas, se consideran ya “seguras” para aquellos que ya hayan recibido sus dosis, siempre que lleven mascarilla, según los CDC.

Este cambio se debe en parte a la velocidad que ha tomado la campaña de vacunación en Estados Unidos y también a los “crecientes datos que apuntan a que la mayoría de los contagios se están produciendo en interiores”, explicó Walensky.