Después del éxito de «La viuda negra» el año pasado, que alcanzó 5.8 millones de televidentes en Estados Unidos, Serradilla retomó el papel de Griselda Blanco por segunda vez.
De hecho, la llamada «madrina de la cocaína» que dominó el tráfico de drogas en Miami en la década de los setenta y principio de los ochenta fue el papel que la motivó a regresar a las telenovelas después de una larga ausencia.
«Estuve siete años sin hacer una telenovela, pero este es un personaje tan complejo, que desde el principio me atrajo porque nada tiene que ver conmigo y me permite explorar a una persona completamente diferente a mí», expresó a Efe la actriz mexicana de origen español.
Al mismo tiempo, Serradilla aclaró que mientras la telenovela original se basó en la obra «La patrona de Pablo Escobar: Vida y muerte de Griselda Blanco», de José Guarnizo, esta segunda parte es al cien por cien ficción.
«La primera parte fue una versión libre de la vida de Griselda Blanco, pero puedo decir que esta segunda parte nada tiene que ver con la primera. Es pura ficción», apuntó.
La también actriz en «Amas de casa desesperadas», la versión en español del éxito de la televisión en inglés «Desperate Housewives», agregó que en esta ocasión la viuda quiere vengar la muerte de su gran amor y recuperar lo que ella siente que es suyo.
Serradilla está consciente de que algunas personas ven esta clase de obra como una glorificación del narcotráfico, pero ella difiere totalmente de esa creencia.
«No se puede subestimar al público. Estas situaciones están en las noticias todo el tiempo, la gente tiene curiosidad. Además, cuando ves la novela te das cuenta de que esta es una vida nada apetecible, son personas que viven en el filo», señaló.
La actriz reveló que estuvo alejada de la televisión porque es un género muy demandante.
«Tienes que dedicarle seis meses o más y te pierdes muchas cosas de la vida: bodas, bautizos, amigos. Te deja con un gran agotamiento físico y mental. Ahora mismo siento que ya estoy tocando fondo y extraño mi teatro, el cine», expresó.
En cuanto al cine, Ana Isabel Serradilla García, que nació en México de padres madrileños, sueña con hacer cine con los grandes directores de España.
«Sería maravilloso hacer cine en mi país, porque al igual que México, España también es mi tierra y una parte de mi corazón está allá», finalizó.
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