Washington, 30 jul (EFE).- Los republicanos y demócratas del Congreso siguen negociando un segundo plan de estímulo para contrarrestar los daños económicos del coronavirus, cuyo avance sigue imparable en el país, con más de 150.000 muertes confirmadas.
Ambas bancadas son conscientes de que este viernepess se expira el beneficio federal de desempleo de hasta 600 dólares semanales que reciben unos 17 millones de personas, por lo que existe la urgencia de lograr un acuerdo para prolongar esas ayudas.
Esa cantidad y una norma para demorar los desalojos, entre otras medidas, se pactaron en el primer programa de estímulo económico alcanzado en marzo.
BLOQUEOS MUTUOS
Sin embargo, el Senado, de mayoría republicana, rechazó este jueves dos proyectos de ley, uno de los conservadores y otro de los demócratas.
Dos senadores republicanos presentaron una propuesta que rebajaría esa cifra hasta los 200 dólares semanales para «evitar una situación en la que se prolongue el desempleo», pero el líder demócrata de la Cámara Alta, Chuck Schumer, la bloqueó.
«Hemos llegado hasta aquí porque nuestros colegas republicanos no han podido actuar juntos. En lugar de ser serios en la negociación, han creado una farsa», criticó Schumer.
Como respuesta, el líder demócrata intentó aprobar un proyecto que ya ha sido autorizado por la Cámara de Representantes, dominada por los demócratas, y que mantendría la ayuda de 600 dólares «hasta final de año».
Esa medida también incluye ayudas para los Gobiernos estatales y locales y asistencia alimentaria adicional.
No obstante, esta propuesta también fue bloqueada, en este caso por varios legisladores republicanos.


URGENCIA ANTE FIN DE AYUDA A DESEMPLEADOS
La Casa Blanca ha tratado sin éxito desatascar esta situación, que podría dejar a 17 millones de personas sin ningún tipo de ingreso hasta que se solucione el conflicto político.
En caso de finalmente ser aprobado, este sería el segundo paquete de estímulo económico tras el de marzo.
En esa ocasión, el programa federal de estímulo alcanzó los 2,2 billones de dólares de valor, el mayor de la historia moderna del país, con el objetivo de contrarrestar los efectos de la pandemia del coronavirus.
Ese paquete de incentivo fue el triple del puesto en práctica en el 2008 tras el estallido de la crisis financiera, que ascendió a 700.000 millones de dólares.
La reapertura gradual de la economía de Estados Unidos se reflejó en una disminución de 2,2 puntos porcentuales en el índice de desempleo, que en junio alcanzó el 11,1 % con la creación de unos 4,8 millones de puestos de trabajo, una cifra sin precedentes en la historia del país.
SOMBRÍO HORIZONTE ECONÓMICO
Además, el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este jueves otros datos macroeconómicos poco esperanzadores.
Y es que la economía de EE.UU. se ha hundido a un ritmo anual del 32,9 % en el segundo trimestre de 2020 por los efectos de la pandemia y ha caído el 9,5 % frente a los tres primeros meses del año, los mayores descensos de este indicador desde que se tienen registros.


La proyección anual de la caída entre abril y junio, que es la que tiene como referencia el Departamento de Comercio, sitúa el descenso del PIB en el 32,9 %, un desplome que pese a lo abultado es inferior al 35 % pronosticado por los analistas.
No obstante, si se compara el segundo trimestre del año con el primero, el PIB del país cayó un 9,5 %, lo que supone también la mayor caída trimestral desde que se tienen registros, según los datos del Departamento de Comercio.
«El declive del PIB en el segundo trimestre refleja la respuesta al COVID-19, a medida que las órdenes de confinamiento emitidas en marzo y abril fueron parcialmente levantadas en algunas zonas del país en mayo y junio, y los pagos gubernamentales por la pandemia fueron distribuidos a los hogares y negocios», se explicó en el comunicado oficial.