Ciudad del Vaticano, 9 sep (EFE).- El papa Francisco criticó hoy a quienes quieren apropiarse de las vacunas y sacar ventajas políticas y económicas de la pandemia del coronavirus que afecta al mundo, y pidió a políticos y sociedades que fomenten el bien común.
«La crisis que estamos viviendo a causa de la pandemia golpea a todos; podemos salir mejores si buscamos todos juntos el bien común. Si no saldremos peor», dijo Francisco en la audiencia general, celebrada en el patio de San Dámaso, en el interior del palacio pontificio, y no en la plaza de San Pedro o en el Aula Pablo VI, como era habitual antes de la emergencia.
«Lamentablemente, asistimos al surgimiento de intereses partidistas. Por ejemplo, hay quien quisiera apropiarse de posibles soluciones, como en el caso de las vacunas. Algunos aprovechan la situación para fomentar divisiones: para buscar ventajas económicas o políticas, generando o aumentando conflictos. Otros simplemente no se interesan por el sufrimiento de los demás, pasan por encima y van por su camino», añadió.
Francisco señaló que «la respuesta cristiana a la pandemia y a las consecuentes crisis socio-económicas» debe basarse en un amor que fructifique «a las familias y las amistades», pero también «las relaciones sociales, culturales, económicas y políticas» para «construir una ‘civilización del amor'».
«Sin esta inspiración, prevalece la cultura del egoísmo, de la indiferencia, del descarte», argumentó.
Justificó que «un virus que no conoce barreras, fronteras o distinciones culturales y políticas debe ser afrontado con un amor sin barreras, fronteras o distinciones» porque así se podrán construir «estructuras sociales» que animen a la gente a compartir y no a competir, a «incluir a los más vulnerables y no descartarlos».
Apostó por valores como «la creatividad, la confianza y la solidaridad» y rechazó el egoísmo, «ya sea de personas, empresas o naciones», que no permitirá al mundo salir «de la crisis humana y social que el virus ha resaltado y acentuado».
Reconoció que «la política a menudo no goza de buena fama», pero alentó a las sociedades a no «resignarse a esta visión negativa, sino reaccionar demostrando con los hechos que es posible» y «necesaria una buena política, la que pone en el centro la persona humana y el bien común».
Finalmente, Jorge Bergoglio destacó que «el bien común requiere la participación de todos» y que si cada individuo «pone de su parte», sin dejar a nadie a un lado, será posible «regenerar buenas relaciones a nivel comunitario, nacional, internacional y también en armonía con el ambiente».
En su saludo a los fieles de lengua italiana, Francisco mencionó que este miércoles es el Día Internacional para la protección de la Educación de Ataques y lamentó la situación que viven «los estudiantes que son privados gravemente del derecho de la educación como consecuencia de las guerras y del terrorismo».
Animó a la comunidad internacional a proteger a estos alumnos y a garantizarles «ambientes seguros para su formación, sobre todo en situación de emergencia humanitaria».