Viernes, Septiembre 18, 2015


El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, habló este viernes por teléfono con su homólogo ruso, Serguéi Shoygu, sobre la situación en Siria y le conminó a no reforzar militarmente al régimen de Damasco.

«El secretario (de Defensa) enfatizó la importancia de mantener consultas en paralelo con las conversaciones diplomáticas que aseguren una transición política en Siria», aseguró en un comunicado el portavoz del Pentágono, Peter Cook.
Carter le comentó a su homólogo que «acabar con el Estado Islámico (EI) y asegurar una transición política son objetivos que deben ser perseguidos al mismo tiempo».
El Pentágono ha confirmado que Rusia está intentando habilitar una base aérea en Latakia (oeste de Siria) para comenzar a trasladar personas y artillería pesada, dando así un apoyo militar vital para el régimen del líder sirio, Bashar al Asad.
Rusia, que ya tiene una base naval en Tartús, frente al Mediterráneo, estaría poniendo un pie militar en Oriente Medio sin precedentes desde los años 70.
Carter, que es la primera vez que habla con Shoygu desde que se hiciera público el despliegue, dijo, a través de su portavoz, que la conversación fue «constructiva» y que abordaron temas «en los que Estados Unidos y Rusia tienen perspectivas comunes y divergentes».
«Ambos acordaron seguir hablando para tratar mecanismos de reducción de conflictos en Siria y en la campaña contra el EI», explicó Cook en el comunicado.
Hasta el momento, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ha liderado las conversaciones con Moscú para transmitir la preocupación de Washington sobre los movimientos rusos y para alinear a ambos Gobiernos, distanciados desde la crisis ucraniana, en la estrategia siria.
Estados Unidos ha intentado presionar diplomáticamente por una salida negociada de Asad desde el comienzo de la guerra civil en 2011, pero la oposición moderada se ha ido desinflando frente a los avances de los yihadistas del EI y el Frente Al Nusra, que también luchan contra Damasco.
El Gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, lleva algo más de un año liderando una coalición internacional para bombardear posiciones del EI en Siria e Irak, y al mismo tiempo entrena a rebeldes sirios moderados en países vecinos para eventualmente ser una alternativa a Asad.
El plan de entrenamiento de rebeldes no está avanzando, y esta semana el comandante del Mando Central de Estados Unidos, el general Lloyd Austin, reconoció que los rebeldes que luchan activamente contra el EI en Siria no pasan de «cuatro o cinco». 
EFE