El español Juanjo Giménez, candidato en la 89 edición de los Óscar al mejor cortometraje de ficción con Timecode, dice que llevará a la ceremonia de este domingo el mismo esmoquin que lució cuando recogió el año pasado la Palma de Oro en el Festival de Cannes.




«No soy supersticioso, pero me apetece ponerme el mismo», confesó el cineasta durante un encuentro con medios españoles en un restaurante de Melrose Avenue, situado en West Hollywood (California).

Giménez acudirá a la gran gala del cine acompañado de su mujer, María -socia de su productora, Nadir Films-, y los coproductores Daniel Villanueva y Arturo Méndiz.

La aventura estadounidense del realizador echó a andar el 6 de febrero, con el tradicional almuerzo organizado por la Academia de Hollywood para los nominados a los Óscar, donde fue retratado en la foto oficial justo delante de actores como Casey Affleck y Michelle Williams. «Una parte de mí quiere que todo esto acabe ya», reconoció el realizador.

«A veces me levanto pensando que querría estar en casa trabajando en otra película y haciendo mi día a día, pero no me olvido de que esto pasa una vez en la vida, así que lo valoro mucho», agregó el cineasta, que lleva casi 20 días recorriendo Hollywood de evento en evento, pero que aún no ha planificado su discurso en caso de victoria.

No soy supersticioso, pero me apetece ponerme el mismo esmoquinTimecode aspira al Óscar frente a Ennemis Intérieurs, de Sélim Azzazi; La Femme et le TGV, de Timo von Gunten; Silent Nights, de Aske Bang, y Sing (Mindenki), de Kristof Deák.

El cortometraje español cuenta la original relación entre dos guardias de seguridad de un garaje, donde la danza se desvela como ingrediente sorpresa.

De estas semanas en la meca del cine, Giménez se queda con un evento en particular, celebrado este miércoles por la noche por la rama de Cortometrajes y Animación de la Academia de Hollywood, un encuentro que contó con leyendas de la industria como el cofundador de DreamWorks, Jeffrey Katzenberg.

«Fue un acto estupendo y muy aleccionador. Me di cuenta de que están muy orgullosos de su industria y de los premios que la reconocen. El ser reconocidos por sus pares es algo a lo que le dan un valor extraordinario y se nota que es sincero, más allá del humo y el glamour que se vende», manifestó.

Especial ilusión le hizo conocer a Eric Goldberg, el animador que creó al genio de Aladdín, al que prestó su voz el difunto Robin Williams. «Nos explicó muchas anécdotas de su trabajo. Un tipo encantador. Fue como ver el corazón de toda la mitología Disney. Aladdín es película que veía con mi hija una y otra vez cuando era pequeña», manifestó.

La ceremonia de los Óscar tendrá lugar este domingo a partir de las 17:30 hora local (01:30 GMT)