El director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, reiteró su llamado a la población mundial a mantenerse en alerta máxima para evitar la propagación de contagios de COVID-19.
Actualmente, más de 200 laboratorios del mundo investigan vacunas contra el COVID-19, una enfermedad de la que hay más de 50 millones de casos confirmados en todo el mundo, y de estos proyectos unos 40 se encuentran en fase de ensayos clínicos en humanos.
De ellas, una decena de candidatas a vacuna de países como China, Estados Unidos, Rusia o Reino Unido se encuentran en su última fase, en la que los voluntarios son ya decenas de miles y sus resultados se comparan con las de otros grandes grupos de prueba a los que se ha administrado un placebo.
La OMS advirtió que normalmente una vacuna tarda 10 años en desarrollarse y que el récord de rapidez ahora ronda los cuatro años y medio, pero que el hecho de que una parte tan grande de la comunidad científica internacional se haya unido en esta investigación podría ayudar a que esta vez sea mucho menor.
Sin embargo, reiteró su llamado a mantener vigentes las medidas sanitarias y el distanciamiento social como las únicas medidas posibles para evitar los contagios de la enfermedad.