El senador Bernie Sanders se llevó hoy las elecciones primarias de Michigan y derrotó en una batalla crucial a su rival, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, en contra de lo que pronosticaban todas las encuestas, según las proyecciones de los principales medios.




En una carrera de lo más ajustada, hubo que esperar hasta que se alcanzase el 90 % los votos escrutados para que los medios ya diesen por definitiva la ventaja de dos puntos de Sanders sobre Clinton, y quedasen así repartidas al 50 % las victorias de la noche entre los demócratas, después de que la ex primera dama se llevase Misisipi.

Sanders logrará así alrededor de la mitad (puede que algo más según cual sea el resultado final) de los 130 delegados en juego en este estado industrial, clave en los comicios de cara a la nominación presidencial del Partido Demócrata que se validará el próximo julio.

En Michigan, donde se repartía la mayor cifra de delegados de la noche para los demócratas, es también donde tenía puestas todas sus esperanzas Sanders, que quería demostrar que es capaz de ganar en un estado insignia del antiguo apogeo industrial del país venido a menos con la desindustrialización.

Ningún sondeo de los publicados daba a Sander como ganador en Michigan y, de hecho, las encuestas que salieron en los últimos días auguraban una derrota abultada por entre 13 y 27 puntos.

«Los medios corporativos nos habían descartado. Los encuestadores decían que estábamos muy atrás. Pero ganamos. Gracias, Michigan», agradeció a los votantes el propio Sanders en Twitter tras conocer los resultados.

Además de Michigan y Misisipi, donde votan tanto demócratas como republicanos, el Partido Republicano también celebra hoy primarias en el estado de Idaho y caucus (asambleas populares) en Hawai.