El presidente de EE.UU., Barack Obama, cree que habría sido «divertido» poder medirse en una campaña electoral al polémico aspirante republicano a la Casa Blanca Donald Trump, según cuenta en una entrevista publicada hoy.
«Yo hubiera disfrutado haciendo campaña contra Trump. Hubiera sido divertido», afirma Obama en la entrevista, realizada por el cronista deportivo Bill Simmons para la revista GQ.
En otro momento de la entrevista, Simmons pregunta a Obama sobre qué personaje de «Game of Thrones», serie de intrigas y violencia que el presidente admite que ve de vez en cuando, cree que se puede identificar con Trump, uno de los favoritos desde hace meses entre los votantes republicanos.
«No creo que ninguno de ellos llegue a ese nivel (al de Trump)», responde Obama.
En la extensa entrevista, Obama explica también que uno de sus «placeres» televisivos es «Big Break», un programa del canal de golf que él mismo define como algo «tonto» pero que le resulta «muy relajante».
El golf es una de las mayores aficiones del presidente, que admite que es cierto que tiene un campo de práctica «virtual» en la Casa Blanca.
Además, Obama se compara en la entrevista con el jugador de fútbol americano Aaron Rodgers, mariscal de campo de los Packers de Green Bay, en el sentido de que cree que tiene la cualidad de no «aturdirse» o dejarse distraer por todo lo que le rodea.
Por otro lado, el presidente dice que lo ocurrido en diciembre de 2012 en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde murieron 20 niños de corta edad en un tiroteo, se mantiene como «los peores días» de sus casi siete años de mandato.
Sobre su «teoría de la conspiración» favorita, señala que ha sido la que sostenía que unos ejercicios militares ordenados por su Gobierno en el estado de Texas pretendían imponer la ley marcial para que él pudiera «usurpar la Constitución y mantenerse en el poder por más tiempo».
Obama también confirma que lleva cinco años sin fumar, en cumplimiento de la «promesa» que se hizo de no volver a probar un cigarro tras la aprobación de su reforma sanitaria en 2010.
En el futuro, tras abandonar la Casa Blanca, el presidente anota que no se ve ocupando un puesto de magistrado en la Corte Suprema, dado que no posee el «temperamento para sentarse en relativa soledad y solamente opinar y escribir desde el banquillo».
En otra parte de la entrevista, Obama nombra a las únicas personas cuya llamada respondería si estuviera cenando fuera con su esposa, Michelle, en una «cita nocturna»: sus hijas, Malia y Sasha, «quizá» su suegra, su asesora de seguridad nacional, Susan Rice, y su jefe de gabinete, Denis McDonough.
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