Los primeros vuelos comerciales entre Estados Unidos y Cuba en más de medio siglo ya tienen fecha de salida: el próximo otoño. Ese es el tiempo que se calcula requerirán las autoridades de los dos países para conceder las licencias y las autorizaciones necesarias para que las aerolíneas estadounidenses que lo deseen puedan operar una de las rutas más codiciadas de las Américas. Por el momento, las compañías aéreas cubanas no podrán replicar el trayecto debido a litigios en EE UU que podrían llevar a que sus bienes fueran embargados si entran en territorio norteamericano, según las autoridades estadounidenses.




Hacer la ruta EE UU-Cuba y viceversa en un vuelo comercial será posible gracias al “Memorando de Entendimiento para el establecimiento de los vuelos regulares entre Cuba y los Estados Unidos”, cuyos términos se concretaron a tiempo para que fuera anunciado el 17 de diciembre, en el primer aniversario de la normalización de relaciones. Sin embargo, el acuerdo no había sido firmado formalmente hasta ahora. Esa ceremonia tendrá lugar el próximo martes en La Habana y contará con la presencia del secretario de Transporte estadounidense, Anthony Foxx, que visitará la capital cubana al mismo tiempo que el ministro cubano de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca, inicia una visita en Washington.

Una vez se haya rubricado el acuerdo, ese mismo martes, el Departamento de Transporte abrirá el plazo para que las aerolíneas presenten sus solicitudes de licencias y sus proyectos para prestar este servicio hacia Cuba.

Las licencias tardarán varios meses

A partir de ese momento, las autoridades estadounidenses iniciarán un proceso de revisión de las solicitudes y de la viabilidad de los planes que esperan concluir en los meses del verano, explicó a periodistas el subsecretario adjunto de Transporte para Aviación, Brandon Belford. Teniendo en cuenta que las aerolíneas también tendrán que cumplir varios requisitos ante las autoridades cubanas, la previsión es que los primeros vuelos hacia la isla comiencen a operar “en algún momento del otoño”, adelantó.

Para empezar, se ha acordado una frecuencia de hasta 20 vuelos diarios a La Habana y otros diez a las nueve ciudades cubanas que tienen capacidad para recibir vuelos internacionales, es decir, un total de 110 vuelos programados diarios. Además, dijo el subsecretario de Estado adjunto para el Transporte, Thomas Engle, las autoridades cubanas se han comprometido a estudiar en el futuro la posibilidad de aumentar el número de vuelos, si hubiera demanda para ello.

Ya la cifra inicial supone un incremento sustancial frente a los entre diez y 15 vuelos chárter diarios que vuelan por ahora a la isla de forma diaria desde diversos puntos de Estados Unidos, sobre todo Florida, pero también Nueva York y, recientemente, desde Los Angeles.

El volumen de vuelos programado es una señal contundente más del potencial en este negocio que se ve una vez que EE UU levante la prohibición que aún rige sobre sus ciudadanos de realizar libremente turismo en Cuba. Aunque se han ido facilitando los trámites y ampliando las licencias, los estadounidenses todavía tienen justificar un viaje alegando motivos educacionales, religiosos o culturales, entre otros. Además, por el momento no se extienden licencias individuales, el siguiente paso de flexibilización que se espera desde hace meses que dé la administración Obama, sin que hasta ahora se haya animado a hacerlo.

Turismo a Cuba, todavía prohibido para los estadounidenses

La apertura de vuelos comerciales aumenta además la presión sobre el Congreso para que apruebe un proyecto de ley presentado hace más de un año que eliminaría la prohibición de viajar a Cuba que pesa sobre los norteamericanos, la parte del embargo que se considera más fácilmente puede ser levantada, si bien no ha ocurrido aún.

Nada más anunciarse el acuerdo en diciembre, las principales aerolíneas estadounidenses expresaron su interés en obtener lo antes posible una de las licencias.

Un acuerdo sin reciprocidad

El acuerdo no tiene, por el momento, reciprocidad. Es decir, las aerolíneas cubanas como Cubana de Aviación no podrán operar vuelos a Estados Unidos. Son varios los motivos. Por un lado, debido al embargo, las operadoras cubanas requerirían de más permisos especiales. Pero el principal motivo es que, sobre todo en Florida, hay pendientes sentencias multimillonarias contra el Estado cubano y algunos de los abogados defensores han amenazado con reclamar la incautación de aviones cubanos si entran en territorio estadounidense. Dado que se trata de un asunto de la justicia y no de la rama ejecutiva, el Gobierno de Obama por el momento no puede interponerse, por lo que es prácticamente imposible que una aerolínea cubana se aventure a volar a EE UU y perder sus aviones, explicaron las fuentes.

“Así que no anticipamos que aviones de propiedad cubana realicen vuelos comerciales a EE UU en el futuro inmediato”, reconoció Engle.