Miami, 14 ago (EFE).- Con más de medio millón de casos de la COVID-19 hasta hoy en Florida, más de 9.200 de ellos fatales, un poderoso sindicato de maestros ganó este viernes la primera batalla en una corte contra la orden del gobernador Ron DeSantis de abrir las escuelas para clases presenciales este mes en medio de la pandemia.
Este viernes, el juez Charles Dodson negó la petición del republicano DeSantis de desestimar la demanda judicial presentada por la Asociación de Educación de Florida (FEA, en inglés) que busca bloquear la orden de comenzar clases presenciales este mes en las escuelas públicas.
El sindicato, con más de 145.000 miembros, alega que la directiva de emergencia del secretario de Educación, Richard Corcoran, «viola la ley estatal» y pide al juez Dodson que impida al gobernador cumplir con el mandato estatal.
Florida agregó este viernes 6.178 casos confirmados de la COVID-19 para un total de 563.315 del estado desde el 1 de marzo pasado, lo mismo que 228 muertes para un total de 9.275 (134 de ellas de personas no residentes en el estado), según datos del Departamento de Salud.
Más de 142.000 de los casos confirmados son del condado de Miami-Dade, en el sureste de Florida, el foco de la infección, donde fue presentada la demanda, que después fue remitida al condado Leon, en el norte, donde está Tallahassee, la capital estatal.
El gobernador es partidario del aprendizaje en persona durante la pandemia, mientras que la FEA teme por la salud de maestros, estudiantes y sus familias.
Durante una audiencia por videoconferencia debido a la pandemia, el juez Dodson señaló que lo siguiente es una etapa de mediación el próximo martes, en la que pidió a ambas partes llegar a un acuerdo, de lo contrario el proceso judicial seguirá.
Pese al salto de más de 8.000 casos diarios presentados el miércoles en Florida, debido a que un laboratorio entregó resultados acumulados de siete semanas, la pandemia se ha mantenido por estos días con un promedio de unos 6.000 casos diarios.
DeSantis asegura que las tendencias recientes son favorables, aunque reconoce que al estado le falta camino por recorrer.
Según la orden de Corcoran, los distritos escolares de los 67 condados, con excepción de Miami-Dade, Palm Beach y Broward, que son foco de la epidemia, corren el riesgo de perder fondos estatales si no abren las aulas para las clases presenciales.
Hillsborough, en el centro del estado, rechazó la orden de Corcoran, pero ablandó su propuesta de reapertura y estableció conectarse en línea durante la primera semana de clases a partir del 24 de agosto y después, a partir del 31, permitir clases presenciales a aquellos que las quieran.
PADRES PREFIEREN CLASES EN CASA
El 77 % de los padres siente que es peligroso enviar a los niños a la escuela, mientras casi la mitad (49 %) asegura que no los enviará de regreso a las aulas, según una encuesta encomendada por la FEA a Clearview Polling.
El 82 % de medio millar de padres entrevistados se mostró confiado de las decisiones de los profesores y el 70 % con las directrices de los distritos escolares locales.
Entre tanto, solo el 37 % confía en las políticas al respecto del gobernador, un bajón frente a un sondeo similar de mayo (62 %).
«Está claro que las políticas sin rumbo y a menudo contradictorias provenientes tanto del gobernador como del comisionado de educación han generado confusión y preocupaciones crecientes entre los padres, especialmente cuando se trata de enviar a sus hijos físicamente de regreso a las aulas», dijo Fedrick Ingram, presidente de la FEA.
Por otro lado, los deportes de otoño en las escuela secundarias también serán pospuestos hasta el 24 de agosto debido a la pandemia, según votó este viernes la Asociación Atlética de Escuelas Secundarias de Florida.